viernes, 12 de diciembre de 2014

Yo, Christiane F. Mi segunda vida

Hablar de libros y droga es hablar de Christiane F., una chica de la Alemania precaída del Muro hija de una familia desestructurada y heroinómana precoz, cuyos años de juventud, en los que se prostituyó para satisfacer su adicción, fueron relatados en el libro Los niños de la estación del Zoo Yo, convertido en 1981 en una película de éxito, Yo, Christiane F. Hijos de la droga (1981).
Yo Christiane FDesde que se publicara el libro, y más aún con la película, la vida de Christiane F. se ha conocido sólo de manera fragmentaria gracias al seguimiento de la prensa sensacionalista, que ha dado morbosa cuenta de sus recaídas en “el caballo”.
La publicación de Yo, Christiane F. Mi segunda vida. Una autobiografía, que en España nos llegará en enero de 2015 de la mano de Alpha Decay, nos cuenta en primera persona qué le sucedió a Christiane tras convertirse en una de las figuras más relevantes de la contracultura alemana anterior a la caída del Muro de Berlín. De las conversaciones entre Christiane F. y la periodistaSonja Vukovic nace este libro.
En 1978, cuando sólo tenía quince años, Christiane F. saltó a la fama como la primera celebridad toxicómana de Alemania. Se había vuelto adicta a la heroína unos meses antes, tras esnifar su primera raya durante un concierto de David Bowie, y a este primer contacto con los opiáceos le siguieron tristes episodios de dependencia, prostitución, exclusión social y agujas compartidas. Su historia adolescente fue recogida en una biografía editada por la revista SternLos niños de la estación del Zoo, y una película dirigida por UliEdel, Yo, Christiane F. Hijos de la droga (1981), pronto convertida en un hito comercial del nuevo cine alemán.
Yo, Christiane F. Mi segunda vida es la continuación del relato, en el que la propia Christiane explica en primera persona todo lo que le ha acontecido desde el éxito del biopic inspirado en sus primeros años como “yonqui estrella”: desde codearse con la fama y el underground cultural del agitado Berlín de los años 80 (desfilan el grupo Einstürzende Neubauten al completo, David Bowie, AC/DC y los primeros DJs de la escena techno) a sus años de hippie, y como eje de la confesión su lucha por apartarse, en vano, del camino de la heroína, que le ha conducido inexorablemente a la ruina física y emocional: acosada por los paparazzi, enferma crónica del hígado, desposeída de la custodia de su hijo y todavía esclavizada a un programa de metadona.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Booktubers: un nuevo fenómeno en la red

El último fenómeno de libros en la red no es una (otra) novela erótica pensada para mujeres con pocas exigencias lectoras, ni una galería de gatitos con libros (o perros), ni un nuevo desliz de Lucía Etxebarria, no… ¡Son los booktubers!
¿Qué es un booktuber? Se trata de jóvenes lectores que comparten sus pasiones librescas con sus seguidores, que pueden llegar a contarse por miles, a través de un canal de Youtube. Para ello, realidad 2.0 mediante, les basta con tener una webcam, un ordenador y labia. Los booktubers hacen críticas de libros, pero más que eso el fenómeno funciona porque comparten con sus seguidores costumbres, manías, juegos y otras filias relacionadas con los libros.
Funcionan con una serie de book tags (“etiquetas”) que se pasan de unos a otros, a modo de retos, y que dan lugar a vídeos visitados y compartidos una y otra vez. Desde “Busca un personaje de libro que empiece por cada una de las letras del abecedario”
a “Tu vida en libros”
o “El cuerpo humano” (un libro para cada parte o miembro…).
Se dice que el origen de los booktubers está en los “video hauls”, vídeos en los que chicas y chicos muestran sus últimas compras de ropa, su botín (haul) de fashionistas. Pronto surgieron los “book hauls”, en los que chicas y chicos con otro tipo de gustos enseñan los libros que se han comprado en el último mes, o en una semana…
Los vídeos de los booktubers crean comunidades de seguidores encantados de compartir sus preferencias y manías: los próximos libros que leerán, cómo los ordenan en su cuarto (el sancta sanctorum de los booktubers es su dormitorio), qué portadas les subyugan y cuáles aborrecen, etc.
Habrá quien acuse a estos chicos de egocéntricos o frívolos, pero se han convertido ya en auténticos prescriptores de literatura juvenil. Bien lo saben o deberían saber las editoriales... Como no podía ser de otro modo en estos nativos digitales, apoyan su canal de Youtube con blogs, cuentas de Facebook y Twitter, Tumblr, Goodreads, Instagram, Lastfm, Spotify y demás redes y herramientas.
Entre los booktubers más conocidos de España tenemos a May R. Ayamonte (11.500 seguidores), Fly like a butterfly (28.100) o Nube de Palabras (15.500).
Puedes ignorarlos si quieres, pero los booktubers están ahí, sumando seguidores día a día. Y se cuentan por miles: Las palabaras de Fa tiene 110.000, Un lector nocturno 5.500, LuaLunera casi 15.000...