miércoles, 31 de octubre de 2012

Vuelta al mundo medieval/EL MUNDO CULTURAL


"Algunas historias se escuchan. Otras se viven..." Así se presenta 'Donde los árboles cantan' (SM), la última y muy esperada novela de Laura Gallego, y esas palabras son la clave de la obra, ya que Viana, la joven protagonista, se verá obligada a salir de un posible mundo feliz, para tomar las riendas de su propio destino, y vivir, por lo tanto, esas aventuras épicas que tan solo conocía de oídas, ya fuesen los cuentos de niña o las leyendas y los relatos de los juglares.
La novela, de 475 páginas, sale a la venta el día 14, y es única, independiente, con un final cerrado y sin posibilidad de continuación, según quiso dejar bien claro la autora de la trilogía 'Memorias de Idhún'.
"En 'Donde los árboles cantan' hay abundantes alusiones a los libros de caballerías, a la literatura artúrica, a los poemas de Corte y a las historias de los juglares, pero no ha sido deliberado, sino que ha surgido de forma espontánea...", dice Laura Gallego, que recuerda que la novela se le ocurrió mientras trabajaba en su tesis doctoral sobre los libros de caballerías. Y más en concreto, al leer una escena narrada desde el punto de vista femenino. Algo inusual en este género.
Portada del libro 'Donde los árboles cantan'
Portada del libro 'Donde los árboles cantan'
En la novela de Laura Gallego también predomina esa visión, aunque está contada en tercera persona. En realidad, en 'Donde los árboles cantan' se superponen dos historias propias que la autora había pensado desarrollar en dos novelas distintas, pero se dio cuenta de que podían encajar. Por un lado, la historia de Viana, y por otro, la del juglar Oki, que tanta importancia tendrá en el tema posterior, y ambas, envueltas en la atmósfera de Nortia, el país donde viven. "Atención a lo que cantan los juglares", advierte la autora.
Ambientado en un mundo medieval imaginario, 'Donde los árboles cantan' presenta una primera parte realista y una segunda parte más fantástica. La historia comienza de forma idílica: Viana, una joven noble, está destinada a casarse con el hijo del duque, que es el amor de su infancia. Pero son tiempos de incertidumbre, y los bárbaros del norte amenazan las fronteras. Su padre y su prometido han de ir a la guerra, y a partir de ese momento la vida de Viana cambiará para siempre.

Una novela fantástica donde las leyendas cobrarán vida

Si hay que relacionar esta novela con algún título de su abundante obra (30 libros), quizás habría que pensar en 'Finis Mundi' (sobre el final del primer milenio), la novela con la que sorprendió a todos al ganar el Barco de Vapor a los 20 años. Pero Laura Gallego matiza: "'Donde los árboles cantan' no es una novela histórica, sino fantástica, por lo que, de alguna manera, las leyendas cobrarán vida". También advierte que si ha partido de los libros de caballerías para idear la historia, su forma de contar es más moderna, y en esta obra se pueden apreciar ecos de las novelas de aventuras medievales del siglo XIX, tipo 'Robin Hood' o 'Ivanhoe'.
La primera edición de 'Donde los árboles cantan' ha sido de 45.000 ejemplares, una cifra conservadora para una autora que ha vendido más de un millón de libros (sólo en SM), que ha sido traducida a 16 lenguas y es todo un fenómeno entre los jóvenes con los que mantiene un contacto muy activo a través de la red.
"Es bonito lo que ha sucedido, ya que la lectura ha dejado de ser algo solitario para convertirse en algo social y participativo", señala Laura Gallego, pionera en la creación de comunidades de lectores. "Estar en contacto entre sí es muy importante en los adolescentes, que necesitan sentirse integrantes de un grupo y compartir sus experiencias".
La escritora Laura Gallego posa sosteniendo su nueva novela. | Luca Piergiovanni

RESEÑA DE HILOS DE SANGRE EN LIBROS Y LITERATURA


Hilos de sangre, de Gonzalo Torné

hilos de sangre - gonzalo torneUna novela densa y ambiciosa que recorre los últimos ochenta años de la historia de España a través de los hilos de sangre de una familia catalana.

Hay momentos en la vida en los que uno no es capaz de decidir qué camino tomar:  Clara es una barcelonesa de poco más de treinta años que no sabe qué hacer con su vida y yo no sé qué hacer con la novela que ella protagoniza.  O mejor dicho, no tengo claro si recomendarla ni en qué términos debo hacerlo.
Pero aunque mi crisis sea real y me preocupe, aunque sólo sea un poco, y la de Clara no sea más que una ficción, la suya es mucho más grave y compleja, así que comenzaré por ella.
Clara es un personaje de hoy en día; podría ser perfectamente alguien que conocemos cualquiera de nosotros: una mujer inteligente y sensible, con sus dudas y sus contradicciones, sus proyectos, sus relaciones de pareja y de familia… De hecho, podría ser cualquiera de nosotros.  No sufre ningún problema especialmente grave, pero su vida está atascada y sus relaciones no funcionan: la convivencia con Joan-Marc, su marido, no se parece en nada a lo que esperaba; se siente constantemente sometida al juicio de Amanda y Álvaro, sus dos hermanos; y su abuelo Gabriel, con el que siempre tuvo un vínculo muy fuerte, se está muriendo.  Clara siente que necesita escapar de todo lo que le rodea.  Por lo pronto, está a punto de separarse de Joan-Marc.
La necesidad de dejar atrás a su marido y a sus hermanos impulsa a Clara a recuperar la figura de Gabriel, de quien se había distanciado últimamente a causa de su larga enfermedad.  A medida que escarba en su memoria, el peso del relato se va a desplazar poco a poco hacia atrás en el tiempo: desde la vida actual de Clara vamos retrocediendo hacia su juventud para conocer cómo se estrecharon sus lazos con Gabriel; luego más atrás, a los primeros recuerdos sobre su abuelo y otros muchos personajes de su entorno; y, finalmente hasta la juventud de Gabriel en la Barcelona de las revueltas anarquistas, la Guerra Civil y la posguerra, narrada por él mismo a través de los papeles que le deja a Clara.
Pero Hilos de sangre no es una novela histórica y los acontecimientos de nuestro pasado reciente apenas sirven para marcar el paso del tiempo y poner en contexto a los protagonistas; es una novela sobre la vida –“ese asunto complejísimo, aunque no demasiado interesante”–, sobre lo que esperamos de ella y lo que obtenemos y sobre lo que los demás esperan de nosotros y lo que realmente hacemos –y que muchas veces se convierte en un terrible secreto–.
A lo largo de ochenta años somos testigos no sólo de la transformación de la sociedad y la moral españolas, sino de las distintas maneras con las que los distintos personajes, cada uno en su época, se enfrentan a sus crisis y a sus retos.
Clara, su marido Joan-Marc, Amanda y Álvaro, viven hoy, en nuestro entorno, y sus metas, como las nuestras, son sentirse realizados en su trabajo, encontrar un sentido –o al menos un equilibrio– para sus vidas, ser felices…  Pero Gabriel perteneció a una época en la que lo importante era sobrevivir, y para ello las personas debían luchar con todas las fuerzas disponibles y hacer cosas que hoy nos parecen monstruosas, mientras tejían “nuestro hilo de sangre como arañas ciegas para que yo pudiese agarrarme y nacer”.  ¿Hasta qué punto es conveniente saber a qué tuvieron que enfrentarse nuestros padres y abuelos, qué hicieron para que no se interrumpieran los hilos de sangre de la estirpe, del clan?
El contraste entre la sociedad actual y la de décadas pasadas queda patente en todo el desarrollo de la novela: desde el hambre de la posguerra al sushi y la macrobiótica, desde los señores respetables con esposa y querida a la libertad sexual, desde la sumisión de la mujer a su incorporación al mercado laboral, no deja de sorprender, por mucho que sea algo sabido, cuánto han cambiado las cosas.
Aunque no todo se ha transformado; los inmigrantes ilegales que fotografía Amanda en las afueras de una Barcelona próspera y cosmopolita son una imagen fiel de los asentamientos de chabolas de descubre Gabriel, al iniciar su militancia a principios de los años treinta, a escasa media hora del confortable piso familiar en el Eixample.  El tiempo no parece pasar para los que no tienen nada.
Y podría seguir; Hilos de sangre es una novela densa y ambiciosa de la que se pueden decir muchas cosas, como que obtuvo el Premio Jaén de Novela en 2010.  Pero, como ya les comenté al inicio, yo no tengo claro cómo enfocar este comentario.  No es que no sepa si me ha gustado, es que algunas cosas me han gustado mucho y otras bastante menos.
Hilos de sangre es una novela muy interesante, más aún si tenemos en cuenta que Gonzalo Torné es una voz nueva en el panorama literario español y que probablemente seguiremos oyendo hablar de él, pero también es bastante irregular.  Su ritmo es magistral a ratos, alcanzando momentos de gran intensidad, pero en otras ocasiones la historia se pierde en disgresiones muy difíciles del hilar con el texto principal.  Esa heterogeneidad se refleja también en los personajes: algunos están muy bien construidos, pero otros son sencillamente inverosímiles.
También tengo que decir que me ha sorprendido encontrar ciertas incorrecciones sintácticas y gramaticales en un libro que, por otra parte, cuenta con muchas páginas brillantes.  Algunas libertades se pueden explicar por un intento de Torné de que la narración sea más dinámica y coloquial, más “moderna” –aunque a mí no me terminan de convencer ese tipo de justificaciones–; otras, sin embargo, escapan a mi comprensión.
Como les dije, no sé cómo recomendar esta novela.  Estoy convencido de que muchos lectores van a disfrutar de ella, como he disfrutado yo durante buena parte de su lectura.  También soy consciente de que muchos de los “peros” que les he trasladado pueden ser más un problema mío que de la obra.  Ante el dilema, como no puedo huir como Clara para refugiarme en casa de mi abuelo, me conformo con contarles todas mis sensaciones sobre Hilos de sangre, tanto las buenas como las que no lo son tanto, y que cada cual decida.


lunes, 29 de octubre de 2012

FINALISTA PREMIO PLANETA


Mara Torres: La vida imaginaria


Es la novela finalista de los Premio Planeta 2012.



Mara Torres es la finalista del Premio Planeta 2012 por su novela La vida imaginaria, que llegará a las librerías españolas el 6 de noviembre (en Latinoamérica estará disponible a partir del 21 de noviembre). A muchos ha sorprendido este premio, ya que Torres es uno de los rostros más conocidos de los informativos televisivos: presenta desde 2006 La 2 Noticias, el informativo más premiado de la historia de la televisión (con más de 150 galardones desde que en 1994 comenzara su emisión).
La vida imaginaria, de Mara Torres, parte de una serie de preguntas: ¿Qué pasa por tu cabeza cuando la persona que quieres se va? ¿Qué haces con tu vida cuando tienes que pensarla otra vez? ¿Te la inventas?
El mundo de Nata, la protagonista de La vida imaginaria, se llena de preguntas cuando Beto la deja. Pero el tiempo no se detiene, y los episodios que Nata cuenta de su propia historia la van llevando hacia un lugar donde todo vuelve a ser posible. La novela de Mara Torres nos descubre a Fortunata Fortuna, un personaje fascinante que “ha venido al mundo de la ficción para quedarse”, en palabras de su editorial.
Mara Torres (Madrid, 1974) es Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. En el año 2006 completó sus estudios de postgrado y Doctorado en el Departamento de Lengua y Literatura. En 2008 comenzó estudios de Literatura Comparada en la Facultad de Filología de la UCM.
De 1998 a 2001 dirigió y presentó el programa de entrevistas radiofónicas A contraluzy, desde esa fecha hasta el final de temporada del 2006, Hablar por hablar, líder de las madrugadas radiofónicas que llegó a superar los 740.000 oyentes. En ese mismo año, 2006, pasó a formar parte de los servicios informativos de Televisión Española.
Ha publicado otros dos libros hasta el momento: Hablar por hablar. Historias de madrugada (2004), en el que recopila las conversaciones y anécdotas más interesantes y curiosas de su etapa en el programa radiofónico, y Sin ti. Cuatro miradas desde la ausencia (2006), finalista en el IV Premio Setenil al Mejor Libro de Relatos publicado en España, en el que narra cuatro relatos protagonizados por personas que perdieron a un ser querido.

CONFESIONES DE UN SICARIO ECONOMICO

"Este aspecto fascinante en un mundo de intriga se lee como una novela de espionaje ....
Muy recomendable ... " 
Library Journal
Confesiones de un sicario económicoEn esta memoria sorprendente, Confesiones de un Economic Hit Man , John Perkins relata su propio viaje interior de siervo voluntario del imperio a defensor apasionado de los derechos de los pueblos oprimidos. Secretamente reclutado por la Agencia de los Estados Unidos de Seguridad Nacional y en la nómina de una empresa consultora internacional, viajó por el mundo a Indonesia, Panamá, Ecuador, Colombia, Arabia Saudita, Irán y otros países estratégicamente importantes. Su trabajo consistía en implementar políticas que promuevan los intereses de la corporatocracia EE.UU. (una coalición de gobierno, los bancos y las corporaciones), mientras que profesan a aliviar la pobreza de políticas que alienado a muchas naciones y en última instancia condujo a 11 de septiembre y creciente anti-americanismo. A las pocas semanas de su lanzamiento, Confesiones de un Economic Hit Man aterrizó en The New York Times, lista de best sellers, de 19 años otras listas de libros más vendidos incluyendo el Los Angeles Times , San Francisco Chronicle , EE.UU. Hoy en día , Wall Street Journal y The Washington Post . El autor ha sido entrevistado en varias ocasiones en cadena nacional de radio y televisión, entre ellos la democracia Amy Goodman Ahora, televisión CSPAN del Libro, y PBS 'Ahora, con David Brancaccio.Y ahora el libro se publica en nueve idiomas en todo el mundo. De acuerdo con John Perkins, "es lograr un objetivo importante en inspirar a la gente a pensar y hablar y saber que podemos cambiar el mundo".
"[A] apasionante libro contando ...."
Rocky Mountain News "La historia de John Perkins es tan sorprendente que desafía la creencia .... imaginar el niño el amor conceptual de James Bond y Friedman Milton ".
Boston Herald
confesiones de un gangster economico: la cara oculta del imperial ismo americano-john perkins-9788493464202"... Compulsivamente legible y revelador .... Resistir las amenazas y sobornos, Perkins persistió y escribió su bien documentado confesionario. Se ha producido un vistazo íntimo firme y contundente de la forma en que el gobierno de EE.UU., las organizaciones de "ayuda" y las corporaciones multinacionales están siguiendo un camino peligroso en su búsqueda de petróleo
y otros recursos ".
Winnipeg Free Press
En este fascinante testimonio, John Perkins relata su particular trayectoria personal, de servidor obediente del Imperio a defensor apasionado de los derechos de los oprimidos. Discretamente seleccionado por la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense y puesto en la nómina de una firma internacional de consultoría, estuvo en Indonesia, Panamá, Ecuador, Colombia, Arabia Saudí, Irán y otros países estratégicamente importantes del planeta. Su misión consistió en fomentar medidas políticas favorables a los intereses de lo que el autor llama la corporatocracia estadounidense (la alianza entre la administración, la banca y las corporaciones). En apariencia se trataba de remediar la pobreza, pero en la práctica esas políticas alienaban a los países y acabaron conduciendo al 11-S y al aumento del odio contra los EE.UU. 
Confesiones de un gángster económico , el libro que muchos han tratado de impedir, expone los aspectos menos conocidos del sistema que promueve la globalización y conduce a la pauperización de millones de seres humanos. 

viernes, 26 de octubre de 2012

CONCURSO


Concurso “La caja negra”

Sorteo de 5 libros. De MICHAEL CONNELLY, publicado por RBA

¿Qué relación puede guardar un asesinato acontecido dos décadas atrás con una serie de muertes sucedidas tiempo después sin explicación aparente? El inspector Harry Bosch debe plantearse dicha pregunta cuando la investigación de un antiguo homicidio le retrotrae a la peor época que recuerda de su larga trayectoria profesional: las revueltas raciales que arrasaron Los Ángeles en 1992.
A medida que avance en la investigación del viejo caso nunca resuelto, Bosch deberá volver a aquellos turbulentos días en que la ciudad pareció enloquecer y en los que una joven fotógrafa murió bajo extrañas circunstancias. Y es posible que la resolución del asesinato cometido en 1992 también ofrezca respuesta a otros crímenes sin aclarar.
La caja negra, ha sido merecedora del VI Premio Internacional de Novela Negra RBA en 2012.
Solo se aceptará para el sorteo ser Fan de nuestra página en Facebook  y 1 email por persona (se eliminarán las duplicadas)

COMUNICADO DE JAVIER MARIAS


Comunicado de Javier Marías sobre el Premio Nacional de Narrativa 2012 concedido a Los enamoramientos

Ante la noticia de que mi novela Los enamoramientos ha sido distinguida con el Premio Nacional de Narrativa de este año, quisiera agradecer profundamente, antes de nada, la gentileza y la generosidad de los miembros del jurado por haberla tenido en tanta consideración.
Al ser este un galardón institucional, oficial y estatal, otorgado por el Ministerio de Cultura, no me es posible, sin embargo, aceptarlo. Lamentaría que esta postura mía se viera como un desdén hacia nadie. No lo es. Se trata solamente de una cuestión de consecuencia. Es decir, de mi deseo de ser consecuente.
Desde hace muchos años no he aceptado ninguna invitación de los Institutos Cervantes, ni del Ministerio de Cultura, ni siquiera de las Universidades públicas o de Televisión Española. Durante todo ese tiempo he esquivado a las instituciones del Estado, independientemente de qué partido gobernara, y he rechazado toda remuneración que procediera del erario público.
También he dicho, en no pocas ocasiones, de palabra o por escrito, que, en el caso de que se me concediera, no podría aceptar premio oficial alguno. No se había dado el caso hasta ahora (con las excepciones del Premio Nacional de Traducción en 1979, en época del Presidente Adolfo Suárez, nada menos, y del Premio de la Comunidad de Madrid, en 1998). Y, ahora que sí se da el caso (e insisto en mi agradecimiento), sería aprovechado e inconsecuente por mi parte desdecirme de lo manifestado y aceptarlo.
Confío en que no se tome mi postura como un feo o un agravio, o como un desagradecimiento. Todo escritor agradece el aprecio por su obra, y así lo hago yo también ahora. Y en verdad lamento no poder aceptar lo que en otras épocas habría sido tan sólo motivo de alegría.

Muchas gracias por su atención,

Javier Marías
25-10-2012
Javier Marías

ENTREVISTA A ANDRES VIDAL



El sueño de la ciudad_Andres Vidal

ENTREVISTAMOS A ANDRÉS VIDAL

El Passeig de Gràcia es uno de los escenarios de la novela “El sueño de la ciudad”. Su autor, Andrés Vidal, nos desvela los entresijos de esta absorbente historia.
¿Quieres ganar un ejemplar firmado de la novela de Andrés Vidal y la bolsa de Passeigdegracia.com diseñada en exclusiva por Juanjo Sáez? Comparte la siguiente entrevista en Facebook o en Twitter (con los hashtag #pdg y #elsueñodelaciudad) y participarás en el sorteo especial que realizaremos el día de Sant Jordi. ¡Suerte!
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En el año 2010 Andrés Vidal irrumpió en el panorama literario español con su eficaz estilo despertando desde el primer momento intensas emociones con sus historias. Acaba de publicar “El sueño de la ciudad – El somni de la ciutat”, una absorbente novela que se desarrolla en la Barcelona de principios del siglo XX, en tiempos de Antoni Gaudí y los inicios de La Sagrada Familia.
PdG: ¿Podríamos decir que el Passeig de Gràcia tiene un papel en su nueva novela “El sueño de la ciudad”?A.V.: La ciudad de Barcelona en su conjunto fue creciendo como personaje a lo largo de la novela. Después de La Sagrada Familia, creo que el centro de la ciudad y, en especial, el Passeig de Gràcia, adquieren una dimensión de escenario facilitador que conmueve a los personajes. El “viaje en el tiempo” que titula su página web se hace realidad en la novela puesto que, aunque el Passeig de Gràcia ya funcionaba desde antes, es en los años que abarca la novela cuando adquiere su auténtica naturaleza, la actual.
PdG: Llama la atención la estructura de la novela en siete partes, cada una de ellas dedicada a un pecado capital y a su virtud opuesta. ¿Por qué esta estructura?A.V.: Algo que define la Barcelona de la época es la dualidad. Por ejemplo, el templo de la Sagrada Familia es un templo expiatorio, lo que significa que se financia por donativos que sirven para expiar pecados. Fue iniciativa de la burguesía de la época, una burguesía ?al menos, algunos de sus integrantes? capaz de presionar a sus trabajadores y luego lavar su conciencia financiando una obra magna como la basílica. La novela, pues, se arma alrededor de esa dualidad. Son dos personajes de dos familias opuestas, una burguesa y otra trabajadora, y veremos a lo largo de sus páginas cómo ni unos ni otros son maravillosos y perfectos; todos tienen sus momentos de cometer pecados y otros en los que brilla la virtud. Así se construyó la Barcelona moderna, una ciudad que crecía envuelta en conflictos donde se combinaba lo altruista y lo hermoso con la ambición desmedida o la explotación. Y, en medio de todo ello, el templo de la Sagrada Familia y la figura de Gaudí. ¿Se puede imaginar algo más conservador que la construcción de una catedral en pleno siglo XX y que, a la vez, sea el edificio más vanguardista de la ciudad? Ésa es la Sagrada Familia y ésa era la Barcelona de entonces.
PdG: ¿Por ese motivo el protagonista se llama Dimas, como el buen ladrón?
A.V.:
 Exacto. Fíjese qué dualidad: “buen” y “ladrón”. No podría haber algo más contradictorio, ¿verdad? Pero la realidad nos indica que esas contradicciones se dan en las personas, y que éstas pueden luchar para que predomine uno u otro lado. Dimas Navarro comete errores ?no diré cuáles, eso ha de descubrirlo el lector? pero vivirá un proceso que le reconducirá al verdadero fondo de su personalidad, un proceso en el que tendrá un papel fundamental la otra protagonista de la novela, Laura Jufresa, así como su propia familia y el entorno que le rodea. No vivimos solos, vivimos juntos y eso es algo que Dimas aprende a lo largo de las páginas de “El sueño de la ciudad”.
PdG: ¿Es cierto eso que se dice de que el escritor “habla” con sus personajes para poder escribir su historia?¿Usted habla con Dimas, Laura, Ferran, Juan…?A.V.: Por supuesto. Es fundamental tener una buena relación con tus personajes. Para mí todos ellos se convierten en auténticas voces, con su personalidad y su manera de hacer. Así que cuando estoy escribiendo y llego a un momento crucial de la historia, no tengo más remedio que imaginar a Ferran sentado frente a mí, con su impecable traje a rayas y su pelo retirado de la cara, con ese puro que no para de echar humo, mirándome por encima del hombro. Y entonces le pregunto: ¿Seguirías por aquí o por allí?
PdG: ¿Y le responde?A.V.: ¡Claro que me responde! Me habla con esa voz autoritaria y me ordena hacia dónde ir, para acabar preguntándome, ¿de acuerdo?
PdG: Como hace con Dimas…A.V.: Exactamente, como hace con Dimas.
PdG: ¿Cómo de importante es el proceso de documentación para escribir una novela como El sueño de la ciudad?A.V.: La documentación es fundamental, pero hay que tener cuidado en no caer en los excesos. Yo prefiero integrar los datos en la trama de la historia, aportando pinceladas más explícitas que expliquen detalles cuando considere que son necesarios. No se puede caer en el academicismo puesto que lo importante es la trama y sus personajes. Es una novela, no un libro de historia, y la tentación de volcar todo lo documentado considero que es algo a evitar, de lo contrario se convertiría en un texto farragoso, aburrido, algo que me he prohibido en mis novelas. ¿Aburrimiento? ¡Nunca!
PdG: ¿A qué público se dirige “El sueño de la ciudad”?A.V.: El Sueño de la Ciudad es una novela para todos los públicos. Creo que tiene muchos de los ingredientes que la pueden hacer apasionante, puesto que a la construcción de la Sagrada Familia y a una trama familiar se le añade algo de intriga policíaca, una cierta predilección por los bajos fondos de una Barcelona muy contestataria y un recorrido amplio por diferentes escenarios de la ciudad, que lo mismo puede servir a los nostálgicos para recordar lugares que ya han desaparecido, como para conocer una idea de ciudad más sucia, más encerrada en sí misma, que se esfumó con los juegos olímpicos y las sucesivas transformaciones. De hecho, el Passeig de Gràcia de hoy es quizás lo único que se mantiene con el mismo espíritu de aquella época.
PdG: Al contrario que en su novela anterior “La herencia de la tierra, El sueño de la ciudad” ha sido publicada a la vez en castellano y en catalán. ¿Cómo ha vivido esta doble publicación?A.V.: Con una satisfacción enorme. No pudo ser con “La herencia” ?ojalá lo sea algún día? así que ahora estoy realmente contento. Agradezco enormemente a la editorial el esfuerzo que está realizando porque demuestra una confianza a prueba de bombas en la novela, y más en estos tiempos de crisis. Ojalá guste y convenza a la parte más importante del proceso editorial, al lector.
PdG: ¿Quién se esconde detrás de “Andrés Vidal”?A.V.: No es importante quién se esconde detrás del nombre, sino lo que ofrece. La voluntad siempre ha sido centrar el interés en la obra final, más que en la autoría o en la pretendida celebridad del autor.
Me interesa de manera particular que mis novelas se defiendan por sí solas. Creo firmemente que si se escriben relatos pensando en el lector, éste los hará suyos. Y es algo que he intentado tanto con “La herencia de la tierra” como con “El sueño de la ciudad”, novelas con buenas historias bien contadas, con personajes atractivos y un trasfondo que nos sirva no sólo para entender una época pasada, sino para comprender mejor la que estamos viviendo.
PdG: ¿Hasta qué punto los valores “tradicionales” por los que Andrés Vidal apuesta en sus relatos pretenden tener influencia en la situación actual, en las reflexiones de sus lectores?A.V.: Los valores son tradicionales dependiendo de la época. A veces esos mismos valores pueden resultar transgresores y otras veces pueden ser recalcitrantes y reaccionarios. Me gustaría pensar que las novelas adquieren una vida propia, más allá de la lectura que aporten al público. Siempre he pensado que esa manera de ver las obras como ejemplos a seguir adquiere su reverso en los personajes maliciosos que en ellas se encuentran. Espero que la visión del mundo que aporto, la revisión de una parte de nuestra historia, nos enseñe a no ir repitiendo periódicamente los mismos errores. Nada más.
PdG: En todo proceso de creación se viven experiencias inolvidables, ¿compartiría alguna con sus lectores?A.V.: Durante el proceso de creación de “El sueño de la ciudad” recibí un correo del gran actor Jordi Dauder. Es un correo que guardo como oro en paño porque en él me manifestó sus felicitaciones por “La herencia de la tierra” y su deseo de que se hiciera una serie en la que se le reservaba el papel de Rosendo Roca de mayor. Me hizo una ilusión tremenda. Que alguien de la categoría de Jordi Dauder te diga algo así te da ánimos para seguir adelante sea como sea. Por desgracia, pocos meses después, falleció. Me encantó ese gesto generoso y desinteresado de Dauder ante alguien a quien no conocía de nada. Es de verdad una de las satisfacciones más grandes, que gente de todo tipo te escriba para agradecerte y felicitarte por la novela.
PdG: En “La herencia de la tierra” se decía que era un homenaje a los rostros olvidados de la historia. ¿A quién dedicaría “El sueño de la ciudad”?A.V.: Me quedo con la frase de Gaudí que coloco al principio del libro: “Los grandes templos nunca han sido obra de un solo arquitecto”. Sustituya “templo” por “ciudad”, “país”, “empresa”, “proyecto”… Creo que ése podría ser el mensaje de la novela: que todos somos necesarios para construir y avanzar, que nada que merezca la pena se consigue yendo cada uno por su lado, que hemos de mirar por los que nos rodean para hacer cosas importantes juntos. Alargar la mirada, ir siempre más allá de lo inmediato para contemplar el futuro con serenidad.

jueves, 25 de octubre de 2012

LAS LIBRERIAS MAS BELLAS DEL MUNDO/ESTANDARTE


Las librerías más bellas del mundo

Fascinante recorrido por grandes rincones para la lectura.

Qué: Una selección de las librerías más bellas del mundo.
A continuación queremos mostrar una gran selección de imágenes de las librerías más bellas del mundo, en un recorrido de la mano de Flavorwire.com por todo el planeta.
Una de las librerías más bonitas nos parece esta librería Selxyz, en Maastrich (Holanda). Originalmente era una iglesia dominica cuya transformación la ha convertido en una de las librerías más bellas del mundo.
Librería Selxyz, en Maastrich (Holanda) 1/3:
Boekhandel Selexyz Dominicanen
Librería Selxyz, en Maastrich (Holanda) 2/3:
Boekhandel Selexyz Dominicanen
Librería Selxyz, en Maastrich (Holanda) 3/3:
Boekhandel Selexyz Dominicanen

EN EL BOSQUE DE LIBROS/EL PAIS CULTURAL


En el bosque de libros

De todos los elementos que componen una novela el personaje es el más difícil de analizar en términos puramente técnicos

De todos los elementos que componen una novela, el personaje es el más difícil de analizar en términos puramente técnicos. Grosso modo, los novelistas eligen entre dos fórmulas (combinables) para presentárnoslo. Una, la más fácil (pero la más aburrida), es largarnos de entrada una descripción del mismo —de su físico, de su indumentaria, de sus tics—, a menudo con el propósito de que, a partir de ella, el lector obtenga un primer indicio de su clase, de su psicología, de su catadura moral, incluso de algún aspecto relevante de su biografía. La otra es dejar que el personaje se nos muestre en sus acciones y su discurso, a medida que crece y se transforma en el transcurrir de la historia. A veces esos personajes saltan de un libro a otro, redondeándose (por utilizar la terminología de E. M. Forster) poco a poco ante los ojos del lector, adquiriendo solidez y madurando a cada nueva historia que protagonizan o en la que intervienen. En la reciente novela española me atraen particularmente —y por motivos muy distintos— dos de esos personajes que se nos despliegan a lo largo de sucesivas entregas de sus autores. Son muy distintos entre sí, pero también tienen rasgos en común, por lo que eventualmente podrían simpatizar, y (fantaseo) quizás algún día alguien los presente o traben conversación en algún elegante bar de copas frecuentado por gentes de su clase. Uno es Jacques Deza (llamado también Jacobo o Jaime, y quizás, por alusiones, Diego o Yago), que aparece innominado en Todas las almas y reaparece en Tu rostro mañana, en ambos casos como conspicuo narrador de esas historias de Javier Marías. La otra es Mariana de Marco, la juez de instrucción con la que Guelbenzu inició su serie policiaca (No acosen al asesino, 2001) y que ha ido creciendo a lo largo de las siguientes entregas hasta mostrarse en su espléndida y compleja madurez enMuerte en primera clase (Destino), la sexta novela que protagoniza. De nuevo, un whodunit que respeta creativamente la tramoya del género (poco que ver con la llamada “novela negra”), esta vez en un crucero turístico por el Nilo, en el consabido trayecto de Luxor a Asuán. Sí: Agatha Christie fijó el escenario en Death on the Nile (1937), que aquí se tradujo originalmente por Poirot en Egipto, pero la nueva novela de Guelbenzu le guiña el ojo sólo en la medida en que también lo hace a Wilkie Collins o a Patricia Highsmith, autores de novelas con las que se distraen algunos de los participantes en el crucero. Y hay crímenes (aunque se demoran) e intrigas familiares y espacio cerrado, como mandan los cánones, y alguna sorpresa. Pero sobre todo está Mariana y las relaciones entre mujeres, algo que siempre ha atraído al novelista Guelbenzu —en el sentido en que también interesaba, por ejemplo, a los cineastas Cukor o Mankiewicz— y que ha incorporado ahora a su novela de género. Pero en lo sucesivo el autor tendrá que tener cuidado: Mariana, una “tímida compensada”, le está creciendo tanto —y tan bien— que su complejidad psicológica y moral, su mundo mental, en definitiva, amenaza con hacer saltar las rígidas costuras del género; claro que quizás ese sea el tipo de escollo que le encante sortear al novelista. En todo caso, si quieren disfrutar de una buena historia clásica de sabuesos, uno de esos entretenidos puzles de intriga y razonamiento que tonifican nuestra atención y apelan a nuestra perspicacia y sagacidad, aquí tienen una excelente muestra.
Infantil
Dice Martin Amis, que siempre ha tenido un don especial para irritar al personal, que “solo una lesión cerebral” le haría escribir para niños. Y no lo dice en cualquier sitio, sino en la BBC y en un programa de gran audiencia. Y, encima, y para arreglarlo, justifica su aserto con un peregrino argumento: “La ficción es libertad (…) y nunca escribiría sobre algo que me obligara a hacerlo en un registro más bajo del que puedo”. Las reacciones de editores y autores de libros infantiles no se hicieron esperar y el apelativo más suave que Amis ha recibido del gremio es el de estúpido. Después de haber leído sus declaraciones me debato en si conceder el primer premio europeo “Sillón de Orejas a la arrogancia” al ministro Wert (otro prodigio de petulancia incontinente, pero sin méritos apreciables) o al (por otra parte estupendo) autor de La viuda embarazada (Anagrama). Mientras lo decido, me entero de que Kalandraka, uno de mis sellos favoritos, ha obtenido el Premio Nacional a la mejor labor editorial, de lo que me congratulo. Por cierto que, si a sus hijos pequeños les fascina el circo, regálenles El Gran espectáculo de Crispín Capote & Flamarión, un estupendo kalandrako de Álvaro Alejandro y Sergio Mora. Al poblado bosque libresco (a veces echo de menos otro igual de grande lleno de setas) de la literatura infantil-juvenil también se lanza (con ímpetu y bagajes feltrinellescos) Anagrama, que traduce y pone a disposición de los neolectores la serie cerrada Save the Story con títulos como La historia de Don Juan explicada por Alessandro Baricco o La historia de Los Novios explicada por Umberto Eco, libros sobre libros (re)contados por autores contemporáneos con el objetivo de “salvar a los clásicos del olvido”. Para terminar el capítulo infantil-juvenil, me entero de que la Feria de Bolonia —el mercado mundial más importante de ese tipo de edición—, que festejará en 2013 su primer medio siglo de existencia, concederá anualmente un premio “al mejor editor del mundo” en el género. Estoy seguro de que ya han empezado las intrigas.
Colapsos
Es algo extraordinario cómo caminamos a lo largo de la vida con los ojos medio cerrados, con los oídos sordos, con los pensamientos aletargados. La frase anterior no es mía, sino de Conrad (Lord Jim) y es, en cierto modo, el punto de partida de Todo lo que era sólido, el libro que acaba de terminar Antonio Muñoz Molina y cuyo manuscrito ya han recibido su editora, Elena Ramírez (Seix Barral), y su agente, Andrew Wylie. La frase del título, prestada del Manifiesto Comunista (y ya empleada en su forma completa por el filósofo Marshall Berman en su libro All That is Solid Melts into Air, 1982), es un modo de describir (y quizás conjurar) el evidente colapso de instituciones, valores y certidumbres que ha tenido lugar desde el inicio de la crisis financiera de 2008. Aún no he podido leerlo, pero tengo la impresión de que Muñoz Molina ha recuperado su registro más personal para componer un peculiar ensayo, mezcla a la vez de análisis, memoria y panfleto, sobre la crisis y sus consecuencias (políticas, sociales, morales, psicológicas). Un testimonio de un escritor que vive a caballo de dos mundos y que no sólo ha querido contar lo que ahora ve y antes no pudo o no quiso ver (como nos pasó a casi todos), sino también lo que recuerda y nunca deberíamos olvidar: el modo en que en este país se recuperaron libertades y derechos (incluyendo la libertad de expresión, la educación pública, el sistema de salud) que costó mucho conseguir y que ahora, cuando la crisis se ha aposentado en nuestras vidas, revelan toda su enorme fragilidad.

miércoles, 24 de octubre de 2012

RESEÑA DE QUE LEER


Pasiones Oceánicas: Kate Morton, la australiana más victoriana

Tras “La casa de Riverton” y “El jardín olvidado”, este fenómeno de ventas regresa con su tercer romance gótico, “Las horas distantes” (Suma de Letras), la historia de tres hermanas, un castillo y el misterio que desencadena una carta perdida.
texto ROSEMARY SORENSEN foto RICHARD WHITFIELD
Cuando se supo que la ópera prima de Kate Morton había sido adquirida por un jugoso avance, la joven escritora de Brisbane experimentó una curiosa reacción extracorporal. Fue como si la expresión “más allá de ti mismo” se hiciera literalmente realidad. “Lo viví así, como si aquella circunstancia tan maravillosa le estuviera pasando a otra persona –recuerda–. Conocía ya a otros escritores y sabía que no ganan mucho, que si en toda su vida logran vender un libro al mercado internacional pueden darse con un canto en los dientes, así que fue completamente inesperado”.
The Shifting Fog (“La niebla cambiante”), descrita desdeñosamente por un crítico como “un amor imposible, un servicio numeroso y una amplia variedad de vestidos flapper”, fue publicada en 2007 en Gran Bretaña bajo el nuevo título de La casa de Riverton (los ingleses no podían concebir que algo tan despreciado por ellos como la niebla tuviera connotaciones románticas).
A esta le siguió el año siguiente El jardín olvidado, ambientada de nuevo en Inglaterra y con idénticos “tropos góticos”, tal y como los denomina la autora: un secreto, una mansión que lo alberga, un personaje torturado por la nostalgia y el recuerdo que se dispone a evocarlo, y, especialmente, un leve choque burlón con ese lector que desea verse absorbido por un pasado no necesariamente real.
Tres millones de copias después, cuando se han cumplido cinco años desde que el clamor de la edición internacional la llevara a sentirse fuera de su cuerpo, Morton ha celebrado los 34 años con una tercera novela. Igualmente gótica, Las horas distantes tiene un argumento más retorcido y es la obra de la que hasta el momento se siente más satisfecha, “porque pasamos por tantas cosas juntas”…
Resulta sorprendente pensar que esta elegante mujer, madre de dos niños, esposa de un músico y compositor de jazz, que vive en una bonita casa en los suburbios de Brisbane y es adorada por unos lectores que ansían dejarse llevar por su exuberante prosa, lo haya pasado mal escribiendo esta novela. Morton, cuyo pulido acento es fruto de años de trabajo, no tiene ninguna queja al respecto: por el contrario, se esfuerza en destacar cuán importante es la escritura para ella y la felicidad que le reporta, por más que en el proceso se deje sangre, sudor y lágrimas.
Gótico contemporáneo
La historia sobre cómo Kate Morton se ha convertido en la escritora más famosa y mejor pagada de Australia nos remite al modo en que el mundo editorial está cambiando. Aunque ha habido otros escritores de éxito comercial procedentes de Australia, Morton es la primera que ha creado un filón con lo que ella llama el gótico contemporáneo, una combinación de romance y misterio con una atmósfera de época.
Ella misma reconoce la “feliz puntualidad” que ha regido su carrera hasta el momento, el hecho de que su agente en Sydney, Selwa Anthony, comenzara a mover el manuscrito precisamente cuando los editores buscaban un cambio de ritmo y de dirección, algo que excitara y atrayera a aquellos lectores deseosos de sumergirse y darse el gustazo con una atmosférica novela de misterio.
Aunque ha realizado pequeñas giras por Gran Bretaña y Estados Unidos coincidiendo con la publicación de sus primeras dos novelas, esta tercera la condujo por vez primera a viajar por Australia. Nunca antes sus compatriotas habían tenido la posibilidad de ver y escuchar de cerca a una autora a la que tantos de ellos conocían como lectores. Fue toda una prueba para esta mujer introvertida (aunque entrenada como oradora) que aprovechó cada ocasión de que dispuso para predicar su causa. La causa de la lectura.
“Soy una amante de los libros, una lectora –nos cuenta–. Mi escritura es una extensión de mis lecturas, de ahí vengo. Pretendo capturar la sensación de estar viviendo dentro de una historia. Y todo me importa, me da gran cantidad de placer (y similares tormentos) darle vueltas a la estructura, y obviamente los personajes son el punto de partida del libro. Pero la historia debe verse como un lugar en el que podrías quedarte a vivir”.
De niña, Morton se moría por esas novelas que te atrapan entre sus páginas (“de forma mágica”, lo describe). Muchos de sus libros eran escogidos casi por azar entre las polvorientas estanterías de las tiendas de objetos de segunda mano mientras su madre, vendedora de antigüedades, rebuscaba en el otro extremo del establecimiento. Y aún conserva, en un estante del luminoso salón de su casa, su colección de obras de Enid Blyton en ediciones de los años 1950.
La familia Morton se trasladó bastante durante la infancia de la escritora y sus hermanas. Cuando llegó el momento de comenzar la escuela, se establecieron un tiempo en el puerto fluvial de Maryborough y más tarde en Tamborine Mountain, también en el estado de Queensland, en el interior de la Gold Coast (donde durante muchos años residió la poeta Judith Wright).
En Tamborine conoció a Herbert y Rita Davies, quienes desempeñarían un papel importante en su formación como mujer. Rita, actriz de repertorio, daba clases de drama en el pequeño estudio propiedad de la pareja, y Kate comenzó a tomarlas. Luego pasó a estudiar con Herbert, un nervudo galés que había sido director del departamento de dramas de la BBC en Londres. Los Davies se habían mudado primero a Adelaida y luego a Tamborine Mountain. Kate conoció a Herbert cuando tenía 12 años y mantuvo la relación de amistad durante dos décadas, hasta su muerte con 93 años.
Hay un Herbert en Las horas distantes que rinde homenaje al de la vida real, un personaje amable, divertido y culto que ayuda a la heroína, Edie, en momentos cruciales. Morton incluso prestó al Herbert de ficción un perro como el del Herbert real, pero la opinión de sus editores (“te estás saliendo por la tangente únicamente para tu propio disfrute”) la llevó a prescindir de él (en cualquier caso, la novela está llena de huellas caninas).
En parte porque representaba algo que hacer en aquel solitario lugar, Morton siguió las enseñanzas de Herbert hasta completar el equivalente al curso del londinense Trinity College y ganarse el correspondiente licenciado en oración y drama. “Estaba chapado a la antigua –recuerda la escritora–, pero me fue de gran ayuda. Yo era tímida y me obligaba a ponerme de pie y a hablar de cosas”.
Le fue tan bien, de hecho, que llegó a plantearse una carrera en el mundo de la interpretación y viajó a Londres para realizar un curso de verano sobre obras de Shakespeare en la Royal Academy of Dramatic Art. “Me lo pasé muy bien, y una carrera en la Royal Shakespeare Company hubiera sido la guinda”, recuerda sobre aquellos días en que vivía rodeada por las palabras del Bardo. Pero mientras estaba en Londres surgió la posibilidad de recibir una beca para realizar un máster en la universidad de Queensland. Y primó su lado práctico: “En aquel momento me parecieron unos ingresos dignos de un príncipe. Y fue cuando comencé a escribir”.
En busca de una voz
No tardó en darse cuenta de que aquello que la había fascinado de la interpretación aparecía multiplicado por diez en la escritura: “Y lo podía hacer yo todo por mi cuenta”. Su tesis estuvo dedicada a las novelas de Thomas Hardy, uno de esos autores victorianos a los que tanto admiraba. “Pienso que la gente en sus novelas se parece mucho al modo en que somos a día de hoy. Hay algunas diferencias básicas, pero puedo sentirlos, tocarlos”.
En la UQ conoció a Kim Wilkins, quien escribía novelas de terror cargadas de erotismo y además daba clases de escritura creativa, y pronto se convirtió en otra relación importante para Morton: “Yo sería una profesora horrible, porque no sé cómo funcionan estas cosas. Pero Kim es una de esas personas que saben cómo cuantificarlo. Yo sé dónde acabar el capítulo por intuición, pero ella puede explicarlo en una serie de pasos perfectamente digeribles”.
Morton acudió a las clases que Wilkins daba en lugares como el Queensland Writers Centre “por diversión”, y no dejó de aprender estrategias para desarrollar el siempre vital primer manuscrito. No era publicable, opina, pero sí se trató de la pieza de aprendizaje que debía escribir, que le iba a dar el impulso para continuar. También le dio algo de coraje, aunque la palabra la eche un poco atrás. Gracias a la disciplina que los métodos de Wilkins impusieron a una serie de ideas desligadas hasta conformar una novela coherente, Morton encontró la voz que se ha demostrado tan seductora frente a su agente, los editores y millones de lectores.
Las horas distantes comienza con un prólogo en el que se menciona un relato clásico (y ficticio) titulado La verdadera historia del hombre de barro, escrito por el padre de tres solteronas que viven en el ruinoso castillo de Mildehurst, en Kent. Es entonces cuando la narradora, Edie (a la que Kate reconoce numerosos parecidos con la autora), comienza a relatar su parte de la historia.
“Todo comenzó con una carta –escribe–. Una carta que estuvo perdida durante largo tiempo, esperando durante medio siglo en una saca postal olvidada en el oscuro ático de una mediocre casa de Bermondsey”. Tras comentar el encuentro con esos mensajes y misivas frustrados que de repente “revelan sus secretos”, Edie se ríe de sí misma y se disculpa ante el lector: “Perdóname, me estoy dejando llevar por el romanticismo”.
“No escribo de este modo fruto de una decisión autoconsciente –explica la creadora de Edie–. Es lo que me gusta leer, así que brota de forma natural. Antes de The Shifting Fog había escrito textos bastante malos, y con ese no albergaba expectativas de publicación. Acababa de tener un bebé (Oliver, que ya cuenta 6 años) y, con total honestidad, había perdido la esperanza de ser publicada. Mientras lo escribía solía decirle a Davan, mi marido: ‘Me lo estoy pasando muy bien, pero nadie querrá leer esto. Lo estoy escribiendo para mí’”.
Los motivos por los que el tercer libro ha resultado mucho más dificultoso, menos divertido pero a la vez más gratificante, tienen bastante que ver con el modo en que funciona la industria editorial (con la presión de las fechas de entrega para poner en marcha campañas de marketing a desarrollar con precisión militar), pero también con la personalidad rigurosa y un tanto autoflagelante de la escritora.
Ayer y hoy de una piscina
Las horas distantes
Kate Morton
Suma de Letras
632 págs. 21
Morton acababa de dar a luz a su segundo hijo (Louis, de 3 años ya) cuando la versión editada de su segunda novela, El jardín olvidado, llegó a su correo. “Fue un período de tensión y obligaciones –recuerda–. Todo el mundo me recomendó que no lo hiciera, y no sé por qué seguí adelante, pero me puse una enorme presión encima a la hora de emprender el siguiente libro. Quería aprovechar la ola, me decía a mí misma que podría con todo. Fue una locura, pero en ese momento no me di cuenta”.
El resultado fue que escribió una sinopsis y firmó los contratos sin un elemento crucial del proceso: su corazón no estaba en ello. “Sentía que no funcionaba, que no había feeling, pero pensaba: ‘Eres una profesional, sigue adelante, todo irá bien’”. Morton es una mujer de tez pálida, pero se la ve aún más blanca cuando recuerda esa “época horrible, realmente difícil”. Lo que la rescató fue lo que la había llevado a escribir desde un buen principio. “Doy gracias a Dios por el subconsciente. Porque otra idea se había estado gestando allí. Y debería haberme relajado para que apareciera de forma natural, pero también debía aprender de la experiencia”.
Esa otra idea involucraba a unas hermanas adultas, una de ellas víctima de un amor frustrado en su juventud, y un castillo, el hogar familiar, que era a la vez un nido lleno de amor y una prisión para sus voluntades. Así, los personajes de la novela inicialmente prevista pasaron a la reserva, “fueron criogenizados”, en palabras de Morton. Las hermanas querían ser escuchadas y la autora se mostró encantada de dejarse llevar por ellas y su historia. De hecho, hay un giro final en el argumento que Morton misma sólo descubrió en las últimas fases de escritura. “Es uno de los aspectos más atractivos del proceso, no saber cómo todo va a quedar atado, pero acaba sucediendo”.
Mientras se prepara para nuevas giras de presentación de Las horas distantes, Morton se declara en barbecho, para ella es importante no comenzar a dar vueltas a las mismas ideas. No obstante, tiene algunos planes para una novela ambientada en Australia, no en Inglaterra, que bebería en parte de sus recuerdos sobre la lenta corriente marronosa del río en Maryborough y también del viejo pub de Tamborine Mountain al que sus padres se mudaron recientemente.
“Una de mis partes favoritas es una piscina inmensa de los años 1920 –comenta–. Debió de ser tan espectacular y glamourosa, el lugar al que los ricos del lugar acudían para refrescarse. Pienso en ese batiburrillo de gente con vestidos de época, cuando ahora está todo lleno de barro y no pertenece más que a los patos y las ocas. Es algo que me fascina, porque puedes ver que esa capa del pasado aún sigue ahí”.

RESEÑA DE LIBROS Y LITERATURA.ES


Vacío perfecto, de Stanisław Lem


vacio perfecto - stanislaw lemTítulo:  Vacío perfecto (Doskonała Próżnia, 1971)
Autor:  Stanisław Lem
Traducción:  Jadwiga Maurizio
Editorial:  Impedimenta, 2008
Páginas:  328
ISBN:  9788493655044
Un volumen que recoge las reseñas de quince libros nunca escritos.  Pocas veces el lector encontrará tanta creatividad en un solo libro.

Tarde o temprano tenía que leer Vacío perfecto: una colección de reseñas de libros imaginarios es, para alguien que dedica una parte de su tiempo libre a comentar sus lecturas, una tentación en la que es un placer caer.  Y si además está escrito por Stanisław Lem, es casi una obligación moral.
Escribir sobre libros o autores inexistentes no es una ocurrencia de Stanisław Lem; otros escritores lo hicieron antes que él y lo han vuelto a hacer después; pero Vacío perfecto, uno de los libros que Lem incluyó en la serie Biblioteca del Siglo XXI es, que yo sepa, la única recopilación sistemática de reseñas, tal y como las entendemos habitualmente, del estilo de las que podemos encontrar en periódicos o en blogs como éste.

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Cuando Jorge Luis Borges escribió su Examen de la obra de Herbert Quain o analizó El Quijote de Menard, más que reseñas o críticas de libros imaginarios estaba planteando uno de esos juegos metaliterarios a los que era tan aficionado.  Ni siquiera es equiparable la Enciclopedia de Tlön –un proyecto más cercano a los planteamientos de Lem en Vacío perfecto– ya que, aunque describa minuciosamente el contenido de la Enciclopedia, en realidad es un relato sobre su hallazgo y los acontecimientos que desencadena.
También me viene a la memoria Libros que nunca he escrito, un texto un tanto pretencioso en el que el escritor y crítico George Steiner resume los libros que no llegó a escribir, ya sea porque la tarea se le antojaba titánica o porque dudaba de que el resultado hiciera justicia al planteamiento inicial.  Los libros nonatos de Steiner pueden parecer reseñas, pero tampoco lo son.
Con semejantes antecedentes, no es de extrañar que comenzase la lectura de Vacío perfecto con grandes expectativas y con una cierta aprensión: imaginaba que reseñar un libro de reseñas no debía ser sencillo y menos si lo firmaba un escritor tan denso e imaginativo como Stanisław Lem.  Pero debería haber previsto que Lem, amante de la perfección y dotado de un gran sentido de la ironía, no podría evitar la tentación de cerrar el círculo e incluir entre las reseñas una de un libro que sí existe: el propio Vacío perfecto.  De modo que, por cortesía del autor, este comentario será particularmente fácil de redactar.
Si Vacío perfecto no es un juego borgiano sobre los entresijos de la literatura ni un atajo para presumir, al estilo de Steiner, de los libros tan buenos que podría haber escrito un autor sin molestarse en desarrollarlos entonces, ¿qué es?  ¿Una curiosidad, una broma?
“Al escribir una novela se pierde en cierta forma la libertad creativa. (…)  La tarea de criticar los libros es, a su vez, una especie de trabajos forzados, aún más faltos de nobleza.
Del autor podemos decir, al menos, que se aliena a sí mismo sometiéndose al tema escogido.  El crítico se encuentra en una situación peor: como el presidiario a su carretilla, así está encadenado a la obra que analiza.  El autor pierde su libertad en su propio libro; el crítico, en el ajeno.”
Stanisław Lem, al unir en un mismo texto las figuras del autor y del crítico, busca recuperar la libertad creativa por partida doble.  No sé hasta qué punto este argumento les convence (Lem, tras plantearlo con brillantez en la introducción de Vacío perfecto, se encarga de echarlo por tierra en la reseña del libro), pero lo cierto es que, por una razón o por otra, los libros imaginarios reseñados son un alarde de libertad creativa.
Algunos de los comentarios pueden interpretarse en clave de parodia.  Por ejemplo Gigamesh, un trasunto del Ulises de Joyce que resulta ser una sátira de las “obras totales”, las que pretenden contener en sus páginas toda la literatura o, en este caso, todo el mundo.  Del mismo modo, mientras Les Robinsonades lleva al paroxismo la obra de Defoe y Nada o la circunstancia hace lo propio con la novela posmoderna, Stanisław Lem evidencia el vacío desolador que en ocasiones ocultan los abstrusos artificios que adornan la literatura actual.
El resto de reseñas funcionan como embriones de novelas o ensayos.  Gruppenführer Louis XVI o Idiota están tan desarrolladas, tan definidas en todos sus aspectos en la mente de Lem (de otra manera no hubiera podido analizarlas como lo hace), que parece que podrían darse a la imprenta con tan sólo un poco más de trabajo por parte del autor.
Pero es una ilusión, un truco de prestidigitador; si algo tienen en común los libros reseñados en Vacío perfecto no es que no se hayan escrito, sino que nunca podrán escribirse.  Esto es evidente en  algunos casos; basta leer la reseña de Gigamesh para comprender que escribir un texto así es completamente imposible, tal es su complejidad conceptual y formal.  En otras ocasiones aparece un escollo adicional: algunos de los libros, siendo difíciles para cualquier autor, serían imposibles para Stanisław Lem, ya que su esencia misma, como sucede con el concepto de cosmos-juego de La nueva cosmología, entra en conflicto directo con el corpus de la obra del escritor polaco al desafiar todo aquello en lo que él siempre creyó con la mayor firmeza: la ciencia como lenguaje universal.
En fin, ya que para redactar esta reseña he seguido el hilo argumental de la que el propio autor incluye en su libro (no pretendo saber más que él sobre su obra), y como la ausencia de dificultad nos vuelve perezosos, me permitiré el lujo de terminar citando las palabras de Andrés Ibáñez en el prólogo de Vacío perfecto:
“Difícil será, en cualquier libro presente o pasado, encontrar tanto en tan poco espacio.  El lector termina con la sensación de que los quince libros que comenta Stanisław Lem no sólo existen realmente, sino que él o ella los ha leído atentamente, página por página.  La lectura de este exiguo volumen, que se lee en tres tardes, equivale, en información y en tiempo mental, a tres meses de apasionante y dedicada lectura.”
Y se queda corto.  Cada una de las reseñas de Vacío perfecto contiene tal densidad de fantasía, de literatura, de ciencia y de filosofía que, tras esas tres tardes apasionantes, el lector, con la sensación de contener todo el universo en su cabeza, no puede dejar de preguntarse si el vacío al que hace referencia el título es, en definitiva, lo que queda fuera de él.

Javier BR